Para nadie es un secreto que el mundo se ha digitalizado exponencialmente y que las posibilidades de comunicación y transaccionalidad de Internet han evolucionado notablemente cambiando las reglas de juego, tanto para los usuarios como para las marcas.
Según el informe «Datos y Hechos sobre Transformación Digital de Cepal.org, “las plataformas fueron claves en el crecimiento acelerado del comercio electrónico durante la pandemia del COVID-19”. Así mismo, este fuerte impulso de lo comercial, viene acompañado por un cambio de conciencia que nos ha llevado a escoger y seguir a las marcas con las que generamos una verdadera conexión, aquellas que cubren nuestras necesidades más básicas y que se adaptan a las distintas dinámicas de nuestro día a día; dando un nuevo significado a lo que consumimos y valoramos en redes sociales.
No hay duda que la era digital es hoy la era del usuario, y para conectar con el propongo estas 4 premisas:
1. Definir prioridades y objetivos a corto plazo.
Entendiendo que todo lo que se trace como ruta de ahora en adelante debe ser importante para el usuario y esto debe responder a las necesidades emergentes que van surgiendo en su entorno día a día. Con esto podemos reaccionar de una manera más ágil y dinámica y no tardaremos en empezar a ver resultados.
2. Innovar en estrategias de transaccionalidad.
Esto nos va a permitir tener una mejor visibilidad en cuanto a cómo satisfacer y alcanzar los objetivos que tenemos a través del uso de distintas plataformas digitales donde podemos atraer a potenciales clientes construyendo una relación de confianza (lo que toda venta en digital necesita) gracias al social selling.
“Durante el 2020, Latinoamérica fue la segunda región del mundo con mayor crecimiento en ecommerce. Los ingresos de ventas a través de plataformas tecnológicas crecieron un 30.6% en comparación con el 2019”. Por esto, es necesario incluir propuestas de ecommerce y social commerce en la estrategia de ventas de toda marca.
3. Desarrollar estrategias que partan de las expectativas y necesidad del consumidor.
Generando así experiencias con las que el usuario se sienta identificado. Entendiendo que la transformación digital parte de un cambio en la “transformación cultural orientada al pensamiento en digital” y esto solo se aprende mientras nos involucramos en el proceso de entender lo que está pasando en el mundo.
Existen también varias herramientas que nos permiten tener información útil y relevante para generar esta conexión donde la tecnología juega un rol importante y puede ayudarnos a potenciar el crecimiento de la marca.
4. Evaluar constantemente el panorama en el que nos desarrollamos.
Mucha de la comunicación se ha trasladado a un Marketing consciente donde el usuario se cuestiona mucho más sobre las cosas que consume. Esto es clave para que podamos identificar las distintas oportunidades que pueden surgir en el entorno (socio cultural, político, económico y tecnológico) que nos rodea.
Además, podemos hablar sobre cómo las grandes cadenas de ropa como Zara, H&M y firmas de lujo como Balenciaga, han apostado por diseñar para avatares virtuales en diferentes espacios del metaverso entendiendo que así como en la vida real también en el mundo virtual las personas buscan diferenciarse y crear una apariencia que vaya en esencia con lo que son o quieren llegar a ser.