Por: Xavier Prado
Dicen que se requiere al menos 21 días para generar un hábito, imaginen cuántos hemos adquirido en estos casi 15 meses de teletrabajo que hemos tenido algunos publicitarios y algunas agencias.
Por supuesto, no todo hábito es positivo, y es que el teletrabajo en cierto modo puso a prueba la personalidad de cada profesional y estructura de muchas agencias. Quien tuvo disciplina, podría decirse que no tuvo mayores problemas, quien necesitaba presión para trabajar, la encontró de otra manera. El desinteresado dejó en evidencia su compromiso y el eficiente, también. Así como cada agencia a su vez encontró las costuras de sus metodologías.
Pero todos, de algún modo, nos dimos cuenta de que combinar la vida personal y profesional en el mismo espacio no resultaba tan agradable como creíamos. Extensas jornadas, más reuniones de las necesarias, grupos de WhatsApp por cada proyecto, equipo e iniciativa. Y agreguemos los problemas del hogar, de salud, personales, mentales, familiares y todo lo que influye trabajar en medio de una pandemia. Sin duda, fue ejercer un trabajo en modo experto.
¿Pero qué nos queda de positivo? ¿Qué seguimos aprendiendo?
Podrían decirse muchas cosas, por ejemplo, que comprendimos que en industrias creativas es necesario el esparcimiento, las conversaciones sin sentido, las bromas, las amistades y la interacción con las personas.
Que la presencialidad no siempre significa productividad.
Que la autodisciplina debería constar como principal virtud en una hoja de vida.
Que aprendimos en cierto modo, y puede que a la fuerza, a poner prioridades, horarios y hábitos para poder sentir que tenemos algo de control sobre nuestras vidas y nuestro entorno.
Que evitando una enfermedad, también se puede llegar a tener otras.
Que a pesar de estas circunstancias, de tantas horas de trabajo, de estrés, idas y vueltas, trabajamos en la industria más linda de todas.
Querida audiencia de medios de comunicación, le pido que reconozca por un instante todo el trabajo de la publicidad que está viendo al aire, no agarre su control remoto, que todas esas campañas tienen detrás a mucha gente que trabajó en remoto, aunque no necesariamente en control.