Hacer buen audio es como cocinar un plato Gourmet. Algo que dura 5 segundos puede tener unos cuantos “minutos” de cocción, pero sobre todo, miles de horas de criterio y conocimiento adquiridos. Aunque tratemos de ponerle misterio al Branding auditivo, o tener algún secreto mágico para “sorprender a las masas”: No existe. Lo que sí existe es un millón de sutilezas inexplicables para un oído “no técnico”, pero que al final del día, logran un objetivo en la mente del público.
Este es el producto final del trabajo de quienes hacemos audio y música. Llegamos a un punto hace años en el que “sonar bien” dejó de ser un reto a lograrse; y se convirtió en un elemento más de la narrativa que buscamos, ya que a veces “sonar raro” o “sonar feo” también es algo deseable, si nos ayuda a lograr el objetivo. (Sino, escuchen el último single de Aerosmith “Somebody”. Parece grabado con un celular en una cocina)
¿Entonces dónde está la diferencia entre algo grandioso y algo mediocre, en un mundo donde todo es permitido? En los detalles y los propósitos. Y para todos quienes saben de Marketing, saben que una gran estrategia comienza desde la misma concepción de un producto o servicio; y asimismo, una gran pieza auditiva, debe ser concebida adecuadamente antes de cualquier intento de ejecución. Un niño asiático de 3 años puede aprender a tocar la guitarra mejor que cualquier guitarrista del planeta; pero no necesariamente aprenderá a comunicar con propósito. La comunicación y la funcionalidad están por sobre la técnica; y esto, lo logra el diablo por viejo, no por diablo.
Al hacer cualquier pieza auditiva y/o musical, debemos tomar alrededor de unas mil decisiones veloces sobre escalas musicales, formas melódicas, motivos musicales, ritmos, velocidades, frecuencias, amplitudes; qué capas sonoras logran qué, etc. Luego, ejecutarlo. Y todo esto, con la sensibilidad y conocimiento suficiente para que al final del día, la pieza cumpla su objetivo, que es lograr una marca memorable y posicionada en sus públicos, una emoción que los hace pensar y actuar de una manera determinada; y como resultado de esto: Una campaña exitosa que nos dará un cliente feliz.
Esto es el verdadero Audiobranding o Branding Auditivo: Crear la mejor calidad de comunicación a través de audio y música, para enamorar a los públicos de las marcas, y lograr que estas, se queden en sus “cabezas y corazones” por siempre.
-MAGIC-